Palabras para cuando no hay palabras

Ser valiente no es no tener miedo sino enfrentarlos. Y eso he estado haciendo. Pero tal vez me arriesgué demasiado.
Apareces en mis sueños, en mis recuerdos y en cada momento. Solo quiero que te vayas.
Me despierto de madrugada de la pesadilla de verte, de volver a vivir que estas acá hacrendome daño.
Sigo mi día y no desapareces. Estas en todos lados. ¿Por qué? No fue suficiente hacerme sentir mal toda mi vida? También tenés que aparecer en mis dias cuando en realidad no estas.
Cierro los ojos y te veo. Escucho la puerta y pienso que vas a entrar a retarme, siento un ruido y me asusto pensando que acabas de llegar. Camino en mi casa y no sé si es la mía o la tuya, no sé donde estoy.
Me siento mal y me encierro porque tengo miedo de que te des cuenta, y cuando salgo veo el departamento fantasmal.
Me baño y siento que al salir vas a estar ahi, para recriminarme.
Me siento culpable y no hice nada.
Tengo miedo de hablar con mi familia porque me preocupa que aparezcas más.
No quiero cerrar los ojos y que me vuelva a confundir.

¿Será que algo te pasa? Será que me estas recordando? No me importa. Prefiero que ya no existas y ya no estes. Que no tengas oportunidad de recordarme.
Quiero que todo se acabe ya.
Y ya no quiero ser valiente. Quiero volver a reconocer mi realidad.