Me acuerdo aquel primersencuentro practicamente mudo. En el que yo me senté siendo un manojo de nervios a mirarte fijo estando atenta a cada movimiento. Recuerdo que en algún momento de ese día me preguntaste si tenía miedo y te dije que sí con la cabeza. Y me dijiste "también tenés miedo de mi?" Y solo te miré con ojos llorosos fijamente. Y tomando un sorbo de tu café me dijiste "Yo no te voy a hacer daño" y las lagrimas empezaron a caer por mis mejillas. Decidiste aceptar el desafio de ir despacito caminando conmigo. Y yo decidí aceptar el desafio de ir confiando en vos. Y asi, empezamos a avanzar. Nunca paramos pero siempre fuimos despacito y con cuidado. En el trayecto nos fuimos conociendo mutuamente. Me permitiste conocerte. Responder mis preguntas sobre vos y dejarme ser parte de un pedacito de tu historia también. Te regalé mis dibujos, mi origami, mi arte y eso queria decir que te acepto en mi vida. Y vos también me regalaste de tu arte, me hablaste de
Por que la locura y la cordura no existen...