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Mostrando entradas de marzo, 2016

Dolor con proposito

¿Qué tan malo es el dolor? ¿Cómo una puntada en el corazón? El dolor duele, pero que duela no es necesariamente malo. Dios permite el dolor con propósitos, y a los que le aman todo ayuda a bien; incluso el dolor. Si aprendiéramos a creer de verdad esto, aceptaríamos el dolor de otra manera. Dejaríamos de tratar de huir de él, dejaríamos de buscar soluciones vanas e instantáneas para no sentirlo. Si aprendiéramos a vivir con dolor de vez en cuando, seriamos más libres, viviríamos libres de ahogar las penas en la comida, en la bebida, libres de drogas, libres de comernos las uñas, de autolesionarnos, de suicidarnos, de vivir esclavos de la pornografía y/o del placer sexual…viviríamos más libres de todas esas cosas que en su intento por aliviar el dolor nos hacen daño, y como el daño produce dolor, necesitamos más de eso que nos hace daño, y terminamos atrapados en un círculo de falso e inútil manejo del dolor. Preferimos manejar el dolor con daño, porque es más fácil (e imprudente) vivir