Cuando el tiempo se hace humo e intenta invadir todo,
lo único que queda por hacer es rendirse al fuego y
hacer cenizas la leña que incita al humo a seguir.
Cuando la leña no se apaga, quema y hace daño,
lo único que queda es rendirse al fuego y dolor
para dejar solo cenizas.
Las cenizas se las lleva el viento,
van para adelante dejando atrás el fuego,
dispersando el humo.
Quemando leña de recuerdos,
haciéndose uno con el fuego.
Quema. Duele…
pero las cenizas se las lleva el viento.
Ya se fue aquella primera vez,
ya no es mía;
es de aquel…
de aquel pasado que pasó,
y no de ese que aun seguía.
Podes ir tranquila, princesa destrozada
buscando tus pedacitos.
Andá en paz, que no fue tu culpa.
no entendías.
no entendías.
Sos libre de aquella primera vez,
en que tu traidor protector tomó la decisión
más errónea de tu vida.
Caminá hacia adelante,
que de esa vez ya no debes nada…
Andá rápido, ya perdiste mucho tiempo.
Falta todavía,
la libertad se gana,
se lucha,
se decide.
la libertad se gana,
se lucha,
se decide.
Cadena de decisiones,
que dictan la vida.
Las tuyas,
las mías,
Las tuyas que afectan las mías,
las mías que afectan las tuyas.
Es hora de ir por más cenizas,
que aunque duelan,
son heridas que curan.
Muy bueno. Creo captar cierto mensaje purificador en el concepto del fuego y las cenizas, cual si de un Fénix se tratase. Me ha gustado, escribes muy bien. Un abrazo.
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